viernes, 27 de enero de 2012


LA ARQUEOLOGÍA DEL SABER


                                                          

        

"Para soñar no hay que cerrar los ojos,
Hay que leer. La verdadera imagen es
conocimiento(…) Lo imaginario (…)
Es un fenómeno de biblioteca".
(FOUCAULT, 1964).


Resumen

Introducción

1. Cambio en el modo de hacer historia o de estudiar la historia.

Tradicionalmente, los historiadores prestaron atención a largos periodos con equilibrios estables, procesos irreversibles y regulaciones constantes.

Actualmente, los historiadores han podido distinguir capas sedimentarias con rupturas que sustituyeron las sucesiones lineales. Buscan detectar las incidencias de las irrupciones.  Se pasó de la linealidad a la diversidad de estratos o de estructuras. Se busca un nuevo tipo de racionalidad y de descifrar sus múltiples efectos. Se privilegia la ruptura sobre la continuidad. Se critica la totalidad lineal.
A partir de una ruptura emerge una nueva racionalidad, lógica.
Ya no se busca el origen. Se busca una ciencia desprendida de su pasado y revelar ese pasado como ideológico.
Son necesario nuevos conceptos que permitan pensar la discontinuidad

2. Revisión del valor del documento.

Tradicionalmente, el objetivo del documento era reconstruir el pasado. Interpretar el pasado. Verificar la validez del documento. Considerado como memoria colectiva. Poseía el estatuto de registro.
La historia era la memoria de los hechos mismos que se registraban en un documento, que debía ser validado, que remitían a un pasado, un hecho, un monumento. Se intentaba llegar a los hechos mismos.

Actualmente, el documento tiene otro tratamiento.  No tiene estatuto de registro. Debe ser elaborado desde el interior. Definir en el documento el tejido de unidades, conjuntos, series, relaciones. Restituir un discurso histórico.
Hay que dejar afuera el pasado como monumento. El documento es un tejido que reorganiza el pasado. Nunca se llega a los hechos mismos, al pasado. La historia se elabora a partir de los documentos.
No pensar en cómo fueron los hechos sino pensar qué operaciones se realizaron, qué relaciones se establecieron, qué series se formaron, qué unidades se establecieron.
Hay que construir series, definir elementos fijar límites, definir tipos de relaciones, formular leyes. Hay una multiplicación de estratos. Hay que distinguir los acontecimientos repetitivos de lo raros.
Los periodos largos son producto de una elaboración de series. Hay que individualizar las series que se yuxtaponen, se cabalgan, se entrecruzar, se entrelazan, sin reducirlas a un esquema lineal.
La historia recorta, organiza y establece series con los documentos. La historia le otorga a los documentos un estatuto y un reconocimiento que antes no estaba.
La historia transforma los documentos en monumentos.

3.  Noción de discontinuidad ocupa un lugar central.

La discontinuidad constituye una operación del historiador. El historiador intenta descubrir los límites de un proceso, el punto de inflexión. La discontinuidad adopta una forma y una función en esta nueva manera de hacer historia. Es un concepto operativo.

4.  La historia general desplaza la historia global.

Tradicionalmente, se consideraba la historia como un conjunto de civilizaciones, coherente, reducidas a una lógica común, a un principio simple, una linealidad. Todas las diferencias puede ser reducidas a un única forma.
Es la historia de la conciencia que brinda seguridad. Garantiza que todo lo que se le escapó al Sujeto puede serle devuelto. Promete certidumbres.

Actualmente, la nueva tendencia es determinar los juegos de series, qué sistemas forman, distintas instancias y sus relaciones, basado en un espacio de dispersión. No pluralidad de historias yuxtapuestas e independientes una de otras sino que relaciones entre series.
Basada en el descentramiento del sujeto. El hombre no puede dar cuenta de sí mismo.

5. Nueva metodología. Nueva historia.

Opuesto a la inmovilidad de las estructuras, al sistema cerrado y a la necesaria sincronía.

Hay conservadores que tienen nostalgia por el proyecto de la modernidad, por el uso ideológico de la historia.

Propone una arqueología que intente ordenar para dar cuenta de un sentido más profundo.
- No transferir a la historia un método estructuralista sino desplegar principios y consecuencias de una transformación en el saber histórico.
- No utilizar categorías de las totalidades culturales para imponer un análisis estructural.
- Establecer un método de análisis histórico librándose del antropocentrismo.
- Formular nuevos instrumentos.

Fuente
Michel Foucault,
La arqueología del saber.
Siglo XXI editores, Buenos Aires, 2002.


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